Por Teodoro de la Cruz
Hacía varios meses que no escribía por esta cosa que le llaman redes. Pero deseo tomarles unos minutos de su descanso para compartir algunas impresiones que sobre el quehacer educativo tengo en mi interior.
Yo estoy harto de oír, airear, escuchar a todo el que se imagina saber algo de educación que desea una educación de calidad, jóvenes críticos, que la juventud es el futuro de la patria y otros bla,bla,bla.
Dentro de todas estas palabras bonitas me surge una interrogante. ¿Solo es la escuela la que tiene la responsabilidad de que haya una verdadera educación de calidad? ¡Claro que no…!
Esta es y tiene que ser una responsabilidad compartida de escuela, Estado y familia.
Desde mi niñez he oído que la familia es la primera que da la educación. Mis padres no sabían leer ni escribir, pero me inculcaron valores, que ponerlos en prácticas me han servido para la educación de la vida.
En la escuela recibí formación, pero fueron mis padres los que me enseñaron a respetar a las personas mayores, a que cuando llegaba a una casa, escuela o iglesia debía quitarme la gorra. Me enseñaron a no decir palabras obscenas delante de mayores o niños. En fin me enseñaron a vivir en sociedad. Me corregían mis malas acciones. Yo no podía llegar a mi casa con nada que ellos no supieran la procedencia. No podía encontrarme nada, pues me lo hacían devolver al lugar donde lo encontré. En definitiva, estaban pendientes de todos mis pasos. ¡Y hay de mí si hacia un gesto de desagravio! pues mi pela en sílabas estaba ganada. Yo puedo decir con orgullo que tuve padres responsables y no estoy traumatizado como lo establecen algunos científicos de esta era moderna.
Ahora los hijos llegan a su hogar con cuantas cosas usted se pueda imaginar: Celulares costosísimos, tenis caro, prendas de vestir. Y nadie pregunta dónde lo consiguió. Es más, he oído padres decir esta frase: "Éste si no se deja morir"
Hoy los padres madrugan para hacer la fila y poder inscribir al niño. Tan pronto como logran esto, se desligan del centro y no hay forma de volver a verlos. Cuando por alguna razón de conducta se le avisa que debe pasar por el centro, la respuesta no se hace esperar: "Dígale al director que yo estoy trabajando" y en el mejor de los casos mandan a representar al joven a una vecina o a un pariente, hasta de menos edad que el infractor de las normas del centro.
Esto es, un alto porcentaje de los padres, madres y tutores creen que es sólo la escuela la que tiene la responsabilidad de los hijos. A esto se le agrega que las autoridades que deben velar por el buen funcionamiento de los centros, desde que llega una información de una escuela, director o maestros, nos juzgan y nos condenan en los medios de comunicación antes de hacer una verdadera investigación de lo sucedido.
Las autoridades, más que una educación de calidad, quieren una educación para complacer a los medios de comunicación de masas. Los mismos que llenan de basura a nuestros y estudiantes con programas llenos de contenido putrefacto y que nos corresponde a los maestros limpiar en nuestras escuelas.
Nuestras autoridades, en lugar de darnos apoyo, son las primeras que nos critican, nos ensucian, nos humillan ante los medios de comunicación.
Se habla mucho del maestro de ayer, pero no se dice nada de los padres responsables que teníamos ayer. Eran padres que el alumno temblaba con tan sólo el maestro decirle que lo mandaría a buscar.
Hoy eso no existe, pues en ocasiones mandamos a buscar el padre y cuando entra a orientación nos damos cuenta que quien manda en la casa es el estudiante, por la forma en que se dirige a su progenitor.
Continuará. Ahora con el código y las Normativa.
El autor es director del liceo Mario Amador Álvarez del municipio de Guerra, Prov. Santo Domingo.
(Tomado de su cuenta de Facebook)
Es hora de que los maestros, como entes claves dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, dejemos escuchar nuestra voz, y le hagamos saber al país cuál es la realidad de la educación, de cómo los medios falsean las cosas, hasta llevar al profesor al paredón, como culpable de la mala situación en que se encuentra el sistema educativo dominicano, hablando en términos de calidad, responsabilidad y respeto. Felicito al prof. teodoro por tan atinado análisis, y ojalá otros se animen, y digan la verdad, a ver si alguna autoridad que le duela esto, se sensibiliza, y aplique los correctivos de lugar, para bien de la nación.
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