Los reiterados ataques que se ciernen contra Fénix Bautista, obedecen a una clara articulación política destinada no sólo a evitar la evidente elección presidencial para el año 2020 del expresidente Leonel Fernández, sino más bien, a sacar de manera definitiva del arenal político al presidente del partido, pues para nadie es un secreto que Bautista es un hombre de la entera confianza de Leonel.
Tengo la completa seguridad, que en la medida que el proyecto presidencial de Fernández avanza no sólo a Félix tratarán de intimidarlo, también a todos aquellos que de una u otra manera se mantengan en sintonía con dichas aspiraciones. Podrían sufrir andanadas de iracundas pretensiones descalificantes.
Todo este ejercicio persecutorio contra el suspendido de la Secretaria de Organización del PLD, no es más que el reflejo claro de una práctica carente de seguridad sociopolítica.
Estoy completamente convencido que la persecución política no sólo destroza la naturaleza democrática de nuestra organización sino que además, busca como propósito reemplazarla por el miedo como mecanismo de control partidario y esto no sólo afecta a los perseguidos es un problema de toda la sociedad.
Es que con la intención de presionar y molestar, lo que se busca es conseguir que Leonel Fernández sufra o padezca preocupación, hacerle el mayor daño posible e inhabilitar su propósito.
Todas estas actitudes que vienen conformando un conjunto de acciones represivas y maltratos, sólo sirven para redoblar el nivel de entendimiento sobre la necesidad imperiosa de fortalecer los propósitos de un individuo o grupo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario