Una de las áreas que peor estado evidencia es la
sala de emergencias
Yelissa
Rosario. Hoy
San
Antonio de Guerra, provincia Santo Domingo.- A tres años de que se iniciara la
intervención del hospital municipal de San Antonio de Guerra “Elvira
Echavarría”, los avances en los trabajos que buscaban modernizar el deprimido
centro de salud, apenas llegan al 15 por ciento.
El
proyecto, que contempla la construcción de una amplia y moderna emergencia y el
reacondicionamiento de las habitaciones, reconstrucción de quirófanos y otras
áreas, lleva cerca de un año paralizado.
En
la actualidad al centro de salud, que debe dar respuesta a unos 56 mil
habitantes, a penas se ha reparado el techo y se hizo entrega de un diminuto
laboratorio.
El
hospital es uno de los 56 que fueron intervenidos a nivel nacional, y debido a
los trabajos de remodelación fueron dejadas fuera de servicio casi la mitad de
las camas para internamiento que tenía disponible el centro sanitario. De 40 se
redujeron a 28, pero a pesar de ésto su director, el doctor Omar Marte, dice
que la situación es manejable.
Dice
que se esperaba que con el traspaso del remozamiento del Ministerio de Salud
Pública a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe),
los trabajos avanzarían y la esperanza era que a más tardar en un año
estuvieran concluidos, pero no ha sido así.
De hecho, las remodelaciones han quedado justo en el nivel donde fueron
dejadas por Salud Pública.
De
la readecuación de las habitaciones que pasarían a ser privadas y semiprivadas,
climatizadas, con gas por tuberías, sólo los baños han sido avanzados en algunas.
Emergencia en emergencia
Una
de las áreas que peor estado evidencia es la sala de emergencias. Además de lo
limitado de los cubículos, sólo cuatro, que obliga a que los pacientes una vez
medicados deban esperar en el pasillo, pareciera un hospital de tiempos
remotos, que carece de utensilios y con apariencia descuidada.
De
acuerdo al director, en ese centro se recibe un promedio de cien pacientes en
emergencia, igual número para las consultas.
Aunque lo que está proyectado es una área de urgencias modernas, dividas
en pediátrica, ginecología y obstetricia, una general, de trauma shock y un
espacio para triage (clasificación del paciente según la urgencia), de eso sólo
están los planos, pues si bien el centro tiene el terreno para expandirse, ni
siquiera se ha trabajado en la remoción del mismo.
Pero
según lo que cuenta el doctor Marte, los trabajos se detuvieron mientras se
esperaba que aprobaran los planos para los gases, que llegaran a cada
habitación por tuberías, pero ya tienen el visto bueno. La promesa es que en
enero se reinicien los trabajos.
Pese
a esas limitaciones el doctor asegura que el hospital funciona, sin mayores
contratiempos y así se observó.
No pueden facturar
Sin
embargo, lo que preocupa al doctor Omar Marte es que por las condiciones
actuales y deficiencias del hospital, único en la zona, no pueden cobrar los
servicios a las personas con seguro privado, ya que las aseguradoras, al no
cumplir con ciertos requisitos no le han asignado un código para poder
facturar.
Esto
es peor con la deficiente partida económica que dice recibe como subvención. Un
poco más de medio millón mensualmente, cuando un hospital de esa categoría
necesita de al menos 1 millón 200 mil pesos.
De
ese estimado mensual, Promese se queda con cerca del 40 por ciento por concepto
de medicamentos, por lo que el neto del hospital para personal operativo,
alimentos, otros medicamentos es de 379 mil pesos.
Hacen malabares
Esa
limitada ración económica que se suple obliga a la administración del centro a
hacer malabares para poder dar el servicio a la población, según declara el
director.
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