sábado, 24 de junio de 2023

CINCO RAZONES DE PESO QUE INDICAN QUE LUIS ABINADER GANA MÁS FÁCIL EN 2024 QUE EN 2020

Tanto las ciencias políticas como la observación y las experiencias electorales, nos conducen a la conclusión de que cada proceso electoral es único, que cada uno trae consigo sus propias características, apegadas siempre a la coyuntura predominante en ese momento de la historia política que se vive en determinado contexto político.

     Por consiguiente, si hacemos un simple ejercicio analítico-comparativo sobre el proceso electoral del año 2020, con el que se avecina, resultaría fácil deducir que al presidente Luis Abinader, se le hace más fácil ganar las elecciones de 2024, que en el proceso pasado. Esto así, por algunas razones básicas y elementales, que paso a enumerar a seguidas:

     1ro- En el año 2020 –a pesar de la fragmentación que sufrió el PLD–, el PRM y su candidato, hoy presidente LA, tuvo que enfrentar a una maquinaria electoral, poderosa y económica que hoy se encuentra en decadencia por las razones que todos sabemos.

     2do- Esa maquinaria que representó el PLD en su momento, hoy se encuentra reducida, llena de rencor hacia su otrora presidente, que, según las encuestas de prestigio está por encima del candidato morado AM, cosa que difícilmente pueda asimilar la cúpula de ese partido.

     3ro- Los problemas históricos entre Danilo Medina (DM) y Leonel Fernández (LF), llegan en este hilo electoral a un punto crucial, lo cual coloca a ambos al borde de un abismo junto a sus partidos. Por ejemplo, en el caso hipotético de que haya una segunda vuelta, si el candidato del PLD quedara en segundo lugar ¿LF lo apoyaría? De ser así, esto supone la desaparición de LF y la FP del escenario político de por vida; pero de ser lo contrario, también desaparecería el PLD por igual; y de eso yo sé que ambos líderes están preclaros.

     4to- A pesar de lo que se quiera vender desde la oposición –que es su derecho–tenemos a un presidente que goza de una de las mejores valoraciones en toda la región y especialmente en la República Dominicana, según encuestas nacionales e internacionales del más alto prestigio, lo que lo coloca en un sitial de privilegio frente a sus oponentes.

     5to- El hecho de que la oposición haya diezmado de forma tan estrepitosa, evidencia que la población ha valorado el trabajo del presidente en materia del combate contra la corrección, la mejora de los servicios de salud (aumento de la cobertura del seguro subsidiado que pasó de 1 millón a dos millones de pesos), la construcción de viviendas en beneficio de las familias de clase media-baja, la estabilización de los precios de los combustibles, el crecimiento de la economía, la estabilización del dólar, la construcción de obras viales de importancia, la priorización de la mejora del transporte, entre muchas otras obras más.

     Y si sigo enumerando no terminaría hoy. Por consiguiente, por todo lo antes expuestos y otros motivos que son alto conocidos, recapitulo: al presidente Luis Abinader se le hará más fácil ganar en 2024 que en el 2020, porque la población no es tonta y eso se refleja en la paz y la tranquilidad que se vive en la actualidad, a pesar de los cantos de sirena que nunca faltan, y más en tiempos electorales.

sábado, 17 de junio de 2023

ASPIRANTE A REGIDORA POR EL PRM JURAMENTA QUINCE NUEVOS VOTANTES; RECIBEN CERTIFICADOS

 San Antonio de Guerra, prov. Santo Domingo, – Bajo el lema «Vamos para la calle», la precandidata a regidora por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), en este municipio, María Luisa Pichardo, juramentó la tarde de ayer a quince nuevos votantes, los cuales llegan a reforzar a esa organización política, según manifiesta la comunitaria.

El juramento de los nuevos miembros del partido fue tomado por Rodolfo Concepción, presidente municipal del partido de gobierno, en un acto llevado a cabo este viernes 16 en el local de la organización política oficialista.

A juicio de María Pichardo, la entrada de estos nuevos votantes, significa un aporte al crecimiento del PRM, con miras a ganar las elecciones del próximo año ya que constantemente ella se mantiene realizando inscripciones en toda la demarcación, por lo que exhortó a las personas que deseen formar parte del partido y de sus aspiraciones a acercarse para que sean tomados en cuenta una vez alcance la nominación a regidora como se lo ha propuesto. 

A la actividad acudieron cientos de simpatizantes del partido, dirigentes locales, zonales y miembros de partidos aliados, y estuvo encabezada, además del presidente municipal, por Rafael Rodríguez, secretario general; César Rojas, alcalde; el diputado Moisés Ortiz; Frank Rosario, coordinador municipal; Maira Noemí Moreno, vicealcaldesa; Adalgisa Santana, regidora y dirigenta de las Mujeres, así como de una amplia representación dirigencial local.



domingo, 11 de junio de 2023

Abinader: 100, ¿y cuántos faltan…?

Oscar López Reyes

Luis Abinader (fuente externa)

Aunque no dure cien (100) años, Luis Rodolfo Abinader Corona habrá acumulado -en por lo menos cuatro años de gobernanza- informaciones y experiencias equivalentes a ese centenario, y posteriormente a su salida de la presidencia de la República es casi seguro que no morirá de sorpresas, porque ya estará curtido por hechos revulsivos e intoxicantes que le acalambraron las piernas y resecaron la garganta: ¡Qué estoy viendo!, ¡Ay, madre mía!, ¡De veras!, ¡Nunca lo imaginé!

Con voluntad política y una firme postura en la aplicación de su plan de acción por la rendición de cuentas transparentada y la ética gubernamental, Abinader Corona ha destituido, forzado a renunciar y degradado a más de cien (100) altos y medianos funcionarios públicos. Esa consistencia está desafiando a los ethos, arraigada tradición filosófica condicionante de la sociedad dominicana que tritura valores de la ética y la etología, en un linaje como si las especies humanas evolucionaran hacia la incredulidad. 

El ethos, como conducta “bicho” sobresaliente en el Estado, ha venido a ser el pan nuestro de cada día. Datos y curiosidades impactan, en el amanecer y en el anochecer, las fibras más sensibles de Abinader Corona: las desigualdades y pobrezas, solicitudes a borbotones de empleos, carencias de servicios básicos, ocurrencias delictivas en el gobierno, intransigencia, prevalencia de la cultura de la ilegalidad, incumplimiento de las normas de convivencia y el pulular de miserias humanas.

En sus relaciones e intercambios interpersonales lidia, en la ondina de la indulgencia e intuición, con desleales solapados, impostores teatrales, timadores señoriales y traficantes al mejor postor, que solo obedecen -circunstancialmente- a las monedas. Esos falsarios, que motejan una impresionante competencia comunicativa y apropiadas entonación y gesticulaciones, se deslizan con destrezas en el crucigrama gubernamental, en todos los gobiernos y todas las épocas.

Ese adolescente preguntón, que cómodamente hizo camino al andar en las escuadras del Centro de los Héroes, Gazcue y Bella Vista, primariamente, ahora equilibra a la República Dominicana con un tizón ardiente en las manos, con el acompañamiento de burócratas honrados, serviciales y cisnes blancos (nobles y bellos), y también de apóstatas, serpientes y cisnes negros (impredecibles), que se escudan en los eslabones de la afectividad, el dínamo del compañerismo partidario y la sífilis de proyectos fenomenales.

Para salvaguardar, a capa y espada, el patrimonio de la Nación y preservar su buen nombre y el legado familiar, Abinader Corona ha tenido que romperles el pecho, sin acudir a sonrisas siniestras ni a hacer el papel del dragón diabólico, a cercanos colaboradores políticos y gubernamentales que se han visto envueltos en escándalos.

Desde un principio advirtió que asumió un compromiso sagrado contra la corrupción y la impunidad, y que tiene la responsabilidad de que los fondos públicos sean administrados escrupulosamente, para viabilizar más holgadamente la transformación y el desarrollo nacional.

Sin descartar implícitamente que en su mandato presidencial aflorarían cochinadas corrosivas -para no repetir el ridículo de su antecesor Danilo Medina-, ha sido vehemente en que “quien cometa acto de corrupción en el gobierno o es un patológico corrupto o un suicida”, porque será sustituido de su cargo y, si lo requiriera alguna circunstancia, será sometido a la Justicia, no importa su nivel, ni quien sea”, “caiga quien caiga”.

Y machaca: “este gobierno no protege a nadie”, que él “tiene amigos, pero no cómplices” y que en el Palacio Nacional no hay vacas sagradas. Dócil con ese contrato, se ha deshecho de más de cien (100) jerarcas estatales, entre generales y coroneles, ministros y viceministros, directores y subdirectores generales, presidentes de comisiones, gobernadoras; directores regionales, de gabinetes y de institutos académicos, así como incumbentes departamentales.

Se cotejan renuncias forzadas, entre las que se encuentra, nada más y nada menos, que la del brazo derecho de Abinader durante la campaña comicial del 2020: el potentado Lissandro Macarrulla, ministro de la Presidencia, a raíz de la  vinculación por el Ministerio Público de un hijo suyo en el operativo oceánico Medusa. En esa misma línea se sitúa la degradación de su brazo izquierdo electoral Roberto Fulcar, quien fue transferido de ministro de Educación a ministro de Estado sin Cartera, desenlace de una sarta de denuncias sobre anomalías y agravios en la dependencia bajo su responsabilidad.

Alrededor de los renunciantes sin explicación de motivos, los destituidos y removidos han recaído acusaciones de dolo, agresión sexual, irregularidades en sus declaraciones juradas de patrimonio, adjudicación de obras y raciones alimenticias, escándalos sonoros de fraude, vinculación a redes de lavado de activos, licitaciones irregulares de compras, repartos de tierras estatales y otras desviaciones.

¿Cuántos faltan…? 

Faltan porque les apliquen la guillotina administrativa aquellos que no están cumpliendo con las disposiciones presidenciales sobre austeridad, los que estarían cometiendo irregularidades gerenciales y los que referencian un pésimo desempeño o una baja puntuación en los indicadores de gestión del Sistema de Monitoreo de la Administración Pública (Sismap): Normas Básicas de Control Interno (Nobaci), Sistema de Análisis del Cumplimiento de las Normativas Contables (Sisacnoc), Portal de Transparencia en las Contrataciones Públicas, Gestión Presupuesta, Libre acceso a la información pública, Índice de Uso de TIC e Implementación de Gobierno Electrónico (ITICGE) e Indicación Geográfica Protegida (IGP). 

Enfocado, en el primar, en el amparo de los bienes del Estado, Abinader Corona luce -por sus ejecutorias- que no se dejará fuñir por otros, señalando que, para que la cruz toque la puerta de mi casa, que llegue a la ajena.

Está obligado a dormir con un ojo cerrado y otro abierto, porque si los tapa los dos juntos le meten goles por debajo de la mesa. Tendrá que apretar la muñeca, aún más, para que le llamen la otra mano de piedra, en virtud de que el primero fue el presidente Antonio Guzmán Fernández con la espectacular purga de la corrupta y sangrienta cúpula militar de la dictadura ilustrada de Joaquín Balaguer (1966-1978).

El artículo 128 de la Constitución de la República consigna que el Poder Ejecutivo es el único con las atribuciones para designar, remover y cancelar, libérrimamente, a los ministros, viceministros, titulares de los organismos autónomos y descentralizados del Estado, embajadores y jefes de misiones, y otros funcionarios públicos. Sus evaluaciones y conocimiento particular de los niveles de cumplimiento de las tareas de cada uno de ellos determinarán, al margen de las percepciones parciales de ciudadanos, o a quien quitar o dejar.

 Y, como las opiniones son libres en una sociedad democrática, lo más aconsejable es que el jefe de Gobierno siga, administrativamente, “cortando cabezas” , con más intensidad en este último tramo, lo que reforzará un mayor control de las finanzas públicas, y le suma puntos en su imagen pública. Como corolario, consolida su posicionamiento de marca, bajo la diferenciadora sustentabilidad de sus valores agregados: autenticidad, honestidad y humanización, en el puntal de los beneficios socio-comunitarios.