Debido a la situación provocada por el coronavirus y la covid-19 en el país, la celebración de esta tradición se ve amenazada por las medidas sanitarias adoptadas por el gobierno. Por tanto, de no poder celebrarse a partir de este próximo 3 de junio, como establece la costumbre cada año ¿sería la primera vez en su historia que se suspenden?
Juan Lulio Blanchard MA. (Fuente exterena). |
Por José Santana-Guzmán y
M. Joaquín Colomé Reyes
San Antonio de Guerra, prov. Santo Domingo. – No existe a ciencia cierta una fecha exacta del inicio de la celebración de las fiestas patronales de este municipio, las cuales se celebran cada año en honor al santo Patrón de esta demarcación, san Antonio de Padua, por lo menos así lo considera el catedrático universitario e historiador, oriundo de la Joya, Juan Lulio Blanchard Santana.
A pesar de la falta de datos concretos a cerca de tan importante acontecimiento, el maestro Blanchard no descarta que estas celebraciones se comenzaran a llevar a cabo desde antes de que a Guerra la declararan una parroquia, hecho acontecido, según el historiador y autor de varios textos sobre la historia del municipio, en 1851 cuando se produjo su oficialización; sin embargo, refiere que para esa época, ya en Guerra existía una capilla, la cual funcionaba en una iglesia de yagua “muy pobre.”
Asimismo, el investigador refiere que, por costumbre, en los campos siempre se celebran fiestas patronales aun no exista una parroquia, lo que le hace suponer que antes de 1851, las fiestas patronales de Guerra se llevaban a cabo insistiendo, no obstante, que no se tiene una fecha exacta del inicio de la celebración de las patronales como tal, lo que equivale, a su juicio, tanto para la de otras comunidades como La Joya, entre otros sectores de la demarcación.
Para el veterano investigador, a pesar de que Guerra se formó mediante un proceso lento, para principios del siglo 19 ya Guerra era un pueblo reconocido; por tanto, ha de suponerse, incluso, posterior a la invasión de Haití, en 1822, que ya en este lugar existía una capilla, y debió haberse realizado fiestas patronales, ya que los pueblos tenían esa costumbre como una tradición (y todavía la tienen), asegura. En ese sentido, mantiene su posición de que los pueblos, de una forma u otra, llevan a cabo la celebración de su santo patrón, y cita como ejemplo los casos de La Joya, Bayaguana y San José de los Llanos, los cuales, al igual que Guerra, celebran esta tradición, acompañada de atabales y de fiestas populares, afirma.
Las fiestas patronales de Guerra se celebran cada año del 3 al 13 de junio; a ese respecto, el propio Lulio Blanchard, en su libro SAN ANTONIO DE GUERRA: Anotaciones históricas, revela que el acontecimiento mayor en las fiestas religiosas eran las patronales con nueve novenas antes del 13 de junio, consagrado al Patrón. Destaca, a su vez, que las novenas estaban asignadas una a cada calle del pueblo y las otras a las secciones vecinas… Asimismo, señala que la víspera, día 12, era la entrada de los toros regalados al patrón por algunos ganaderos de la región (Blanchard, 2016: 272), tradición que se mantiene intacta hasta nuestros días, lo que demuestra la posible consistencia de esta costumbre.
M. Joaquín Colomé Reyes
San Antonio de Guerra, prov. Santo Domingo. – No existe a ciencia cierta una fecha exacta del inicio de la celebración de las fiestas patronales de este municipio, las cuales se celebran cada año en honor al santo Patrón de esta demarcación, san Antonio de Padua, por lo menos así lo considera el catedrático universitario e historiador, oriundo de la Joya, Juan Lulio Blanchard Santana.
A pesar de la falta de datos concretos a cerca de tan importante acontecimiento, el maestro Blanchard no descarta que estas celebraciones se comenzaran a llevar a cabo desde antes de que a Guerra la declararan una parroquia, hecho acontecido, según el historiador y autor de varios textos sobre la historia del municipio, en 1851 cuando se produjo su oficialización; sin embargo, refiere que para esa época, ya en Guerra existía una capilla, la cual funcionaba en una iglesia de yagua “muy pobre.”
Asimismo, el investigador refiere que, por costumbre, en los campos siempre se celebran fiestas patronales aun no exista una parroquia, lo que le hace suponer que antes de 1851, las fiestas patronales de Guerra se llevaban a cabo insistiendo, no obstante, que no se tiene una fecha exacta del inicio de la celebración de las patronales como tal, lo que equivale, a su juicio, tanto para la de otras comunidades como La Joya, entre otros sectores de la demarcación.
Para el veterano investigador, a pesar de que Guerra se formó mediante un proceso lento, para principios del siglo 19 ya Guerra era un pueblo reconocido; por tanto, ha de suponerse, incluso, posterior a la invasión de Haití, en 1822, que ya en este lugar existía una capilla, y debió haberse realizado fiestas patronales, ya que los pueblos tenían esa costumbre como una tradición (y todavía la tienen), asegura. En ese sentido, mantiene su posición de que los pueblos, de una forma u otra, llevan a cabo la celebración de su santo patrón, y cita como ejemplo los casos de La Joya, Bayaguana y San José de los Llanos, los cuales, al igual que Guerra, celebran esta tradición, acompañada de atabales y de fiestas populares, afirma.
Las fiestas patronales de Guerra se celebran cada año del 3 al 13 de junio; a ese respecto, el propio Lulio Blanchard, en su libro SAN ANTONIO DE GUERRA: Anotaciones históricas, revela que el acontecimiento mayor en las fiestas religiosas eran las patronales con nueve novenas antes del 13 de junio, consagrado al Patrón. Destaca, a su vez, que las novenas estaban asignadas una a cada calle del pueblo y las otras a las secciones vecinas… Asimismo, señala que la víspera, día 12, era la entrada de los toros regalados al patrón por algunos ganaderos de la región (Blanchard, 2016: 272), tradición que se mantiene intacta hasta nuestros días, lo que demuestra la posible consistencia de esta costumbre.
Pedro de la Cuz |
Los protagonistas
De su lado, Pedro de la Cruz (don Pedro), comenzó sus labores desde muy joven y sin experiencia en la materia, como animador de las fiestas patronales de Guerra a principio de los años 90, cuenta que desde esa época hasta la fecha, se ha mantenido al frente de esa tradición, junto a otras personas que conforman el Comité Profietas, entidad que se encarga de montar cada año esta tradición ancestral; sin embargo, Pedro asegura que durante los 30 años ininterrumpidos que lleva en esa labor, nunca ha visto que se hayan suspendido estas fiestas.
Asimismo, Elvis Rodríguez, un talento y reconocido activista comunitario de este pueblo, quien por demás se ha pasado gran parte de su vida ligado a la parroquia san Antonio de Padua, asegura que, aunque esta tradición se ha visto matizada por acontecimientos lamentables en el pasado reciente, de todos modos, siempre se han celebrado de manera ininterrumpida hasta donde él tiene conocimiento. Sin embargo, el también actor y profesor, expresa que este año “pinta el asunto que ni siquiera la gente de la Iglesia la va a hacer por asuntos de aglomeración” refiriéndose a la situación que vive el país y el mundo a causa de la pandemia provocada por el coronavirus y la covid-19, enfermedad que ha cobrado, hasta la fecha, la muerte de 306 mil personas y contagiado a 4.6 millones alrededor del mundo, según los datos de las instituciones sanitarias internacionales, situación que ha provocado la toma de medidas sanitarias por parte del gobierno dominicano.
Elvis Rodríguez |
Como se puede apreciar, según los datos ofrecidos por el historiador, escritor y catedrático universitario Lulio Blanchard, es posible que esta tradición religioso-popular posea alrededor de 169 años en este municipio. Por tanto, de no celebrarse este próximo mes de junio –lo que es muy probable-- sería, por consiguiente, probablemente la primera vez en aproximadamente más de siglo y medio que hayan sido suspendidas de manera total, lo que se convertiría en un hecho sin precedente en la historia del municipio San Antonio de Guerra y dividiría la historia de esta práctica popular y religiosa, en un antes y un después.
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