domingo, 19 de enero de 2020

OPINIÓN: EL SÍMIL DE LA MESA COJA

Por José Santana Guzmán 

A menos de un mes para celebrarse el certamen electoral municipal del 16 de febrero próximo, a todas luces se puede ver con claridad cual será el resultado. Por tal razón, me atrevo a vaticinar desde ahora, quién podría ser el vencedor de los comicios, sin temor a equivocarme. 

Veamos. Partiendo de la premisa de que para ganar unas elecciones se necesitan cuatro elementos básicos, según el ABC de la política. Estos son: a) estructura partidaria, b) buen equipo de trabajo, c) recursos económicos y d) buena simpatía (poco rechazo). Planteados estos cuatro elementos, procederé en lo inmediato a analizar a cada uno de los candidatos con posibilidades reales de triunfo. 

Comencemos primero en orden inverso al posicionamiento de cada uno según los resultados de las encuestas de trabajo a los que he tenido acceso en los últimos días. Asimismo, aplicaré este análisis bajo el símil de la “mesa coja”. Veamos: en el caso de Julio Castro, este candidato no posee estructura partidaria fuerte, posee pocos recursos, no cuenta con un gran equipo ni tiene alta simpatía, por tanto, es una mesa sin patas; Jaime Rincón: carece de estructura partidaria, escasos recursos económicos, poca simpatía, no cuenta con buen equipo de trabajo, por tanto, es una mesa sin patas; Marcia Rosario: no posee estructura partidaria, posee recursos económicos, carece de equipo de trabajo, poca simpatía (mucho rechazo), en conclusión, es una mesa con una sola pata; César Rojas: posee recursos económicos, tiene estructura partidaria, su equipo de trabajo no posee calidad, su simpatía no es muy alta -a pesar de que está por encima de los anteriores- pero posee un nivel de rechazo muy alto. Resultado: es una mesa con dos patas. Finalmente. En el caso de Deny Reyes, candidato del PLD: primero. Encabeza la simpatía, posee la estructura partidaria más fuerte, tiene a su disposición recursos económicos suficientes, porque tiene el empuje de los candidatos a diputados de su partido (los demás no), y, por último, tiene el equipo de trabajo más poderoso, encabezado por los siete candidatos a regidores y regidoras que le rodean, elemento este que representa en estos momentos, lo más importante para el proceso electoral, algo de lo que carecen los demás aspirantes a la alcaldía. En definitiva, esta candidatura es, sin lugar a dudas, una mesa con sus cuatro patas. Nos vemos el 17 de febrero, dios mediante…

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